sábado, 3 de noviembre de 2012

Creencia desenfocada


Hay días en los que cuesta creer...

Son esos días negros...eso llenos de sombras permanentes que aparecen cuando la esperanza, aturdida, balbucea sueños incoherentes.

Es precisamente en esos días, esos en los que cuesta tanto creer; cuando las grandes batallas del ego se libran, cuando lo aprendido se pone negro sobre blanco, cuando la vida nos examina, cuando sin querer hacemos balance de nuestra historia.

Pero esos días, como todos, pasan, al final siempre pasan....no merece la pena mantener el foco en ellos... porque en el fondo sabemos que es nuestra capacidad para 'creer', la única llave para abrir las puertas de la carcel en la que sin darnos cuenta poco a poco nos vamos encerrando...






jueves, 1 de noviembre de 2012

Camino desenfocado I

No creo que nuestra senda personal en la vida se pueda etiquetar con un adjetivo o con una unica y simple metáfora por muy ingeniosa que ésta sea. No creo que sirvan de mucho los 'momentos resumen', ni las conclusiones generalistas. En el fondo, no creo que ese tipo de ejercicios de 'síntesis' sirva para definir nada en la vida, más bien al contrario... pienso que la adjetivación y el juicio son en si mismos una trampa INEVITABLE para una mente que se mueve en una constante búsqueda de la simplificación, siguiendo el principio de máxima economía y mínimo esfuerzo.

En muchos aspectos de la vida el 'juicio' sobre las cosas que suceden a nuestro al rededor (incluyendo nuestra propia existencia) , aparentemente no tiene demasiada importancia, y rara vez genera 'efectos secundarios inmediatos, evidentes y directos' sobre los acontecimientos que nos depara el futuro, aunque convendría ser conscientes desde la infancia (a través de la educación), de que todo juicio tiene su consecuencia de la misma forma en la que se nos enseña que todas las acciones generan sus propias reacciones.

Sin embargo, los intentos de poner adjetivos a nuestra vida, y peor aun, a nuestro pasado; son una especie de pegajoso compañero de viaje, una de las peores trampas que la mente nos puede tender, fundamentalmente porque esa característica 'tan humana' de confundir la parte con el todo, aplicando el razonamiento inductivo de forma incorrecta, puede terminar cerrando demasiados capítulos incluso antes de que éstos hayan comenzado, y yo soy de los que piensa que la vida en esencia, es una sucesión de unos pocos capítulos que se presentan aparentemente al azar, y que solo los abrimos si lo que somos en el instante de cruzarnos con ellos, nos empuja a hacerlo.

En cualquier caso resulta tan sencillo pensar, 'mi vida va fenomenal' o 'mi vida es un desastre'... es tan tentador, tan perfectamente simple, tan profundamente adictivo; que de nos ser por la consecuencias, se podría decir que es la forma 'perfecta' de analizar todo en la vida.

Lamentablemente yo creo que no es así (aunque habrá quien defienda lo contrario). Resumir lo que ha sido nuestra vida en una frase, no solo es un error, sino que tiene consecuencias, y éstas son directamente proporcionales al grado interno de credibilidad que le concedamos a ese tipo de 'auto-descripciones',siguiendo la regla de, 'cuanta más credibilidad otorguemos a un juicio, más persistencia y por lo tanto más tiempo estaremos actuando consciente e insconcientemente en concordancia a esa  visión de lo que es nuestra vida'.

La clave está a mi modo de ver en seguir dos estrategias fundamentales.

O bien NO evitamos calificar nuestra vida y le damos 'poca credibilidad' a nuestras conclusiones sobre la misma.

O evitamos crear un estereotipo de nosotros mismos y sobre lo que nos rodea evitando los 'juicios'.

Es evidente que la segunda opción sería teoricamente la más 'efectiva', aunque también es la más compleja porque para evitar el 'juicio' sobre lo que ha sido nuestra vida o sobre lo que somos, deberíamos cambiar completamente nuestra forma de razonar, de analizar e incluso de percibir; y quizá así podríamos llegar finalmente a la conclusión profunda y cierta, de que ni el pasado ni el futuro existen y de que lo que somos 'en lo íntimo' de nuestros pensamientos, depende únicamente de tener satisfechos ciertos aspectos básicos de nuestra 'animalidad'  (hambre, dolor, sueño y constantes vitales) y poco más, al tiempo de que tomamos consciencia de que el resto son solo producto de ilusiones de nuestra mente, y que por tanto, podemos crear y destruir realidades con solo desearlo...

Sin embargo adoptar este modo de vida es no solo complejo, sino prácticamente inalcanzable para cualquier humano, porque hemos ido construyendo los cimientos de nuestra consciencia en función de otros muchos conceptos a parte de las necesidades primarias, y a día de hoy ya forman parte de nuestras necesidades objetivas... así que plantearse a estas alturas en convertirse en un 'monje tibetano' (de los de verdad) no tiene ningún sentido, por mucho que haya gente que en un arrebato de ...de...bueno... de vaya ud. a saber de que, le de por cambiar durante un tiempo de 'rol' intentando encontrar algo de 'descanso existencial'.

Por eso creo que la primera opción es la única que de forma práctica está a nuestro alcance, es decir ..' NO evitamos calificar nuestra vida pero le daremos 'poca credibilidad' a nuestras conclusiones sobre la misma'.

Según esta regla básica, no vamos a evitar el juicio sobre nosotros mismos, y como contrapartida no nos tomaremos demasiado enserio la conclusiones a las que lleguemos sobre la misma, y siendo conscientes de que en todo juicio, en toda percepción, en todo análisis aproximado, hay un montón de errores.. de percepción, de redondeo, de distorsión... en fin .. muchos errores.

Siguiendo esa máxima, intentemos hacernos la vida fácil... ¿Y cómo se hace eso?. Esa y no otras de orden mucho más metafísico, sería la 'GRAN CUESTIÓN'. 
¿Qué puedo hacer para simplificarme la vida?.

Sinceramente creo que cuando esta pregunta amanece en el horizonde de nuestro 'yo consciente', merece la pena dedicarle algo de tiempo para responderla, y sobre todo merece la pena intentar cambiar los términos de la ecuación, para evitar pensar en terminos de 'acciones directas' del estilo de 'cambiar de trabajo', 'mandar a fulanito a tomar Fanta', o similares.

Según yo lo veo, creo que sería de muchísima más utilidad plantear las posibiles soluciones desde un punto de vista menos directo pero mucho más efectivo, sobre todo a medio plazo. En este sentido convendría revisar algunos conceptos como los siguientes:

La culpa
Un buen principio sería sin duda hacer un esfuerzo notable por perdonarnos a nosotros mismos, cosa extremadamente compleja si uno es excesivamente autocrítico (adicto al auto-juicio y al egocentrismo), pero recordemos que estamos planteando los pasos necesarios para 'hacernos la vida más fácil', y no es sencillo simplificar nuestra vida, si cada segundo de la misma nos estamos culpando una y otra vez por los errores cometidos.
Si, todos cometemos fallos, y si, algunos de ellos han tenido consecuencias muy serias sobre nuestra vida, y es posible que unos pocos incluso, tengan posiblemente consecuencias complejas sobre el futuro... pero hay tener muy claro que la culpa no resuelve nada y que su única utilidad es la de hacernos entender que algunos de nuestros comportamientos en el pasado,no nos han aportado esa 'simplicidad' a nuestra vida que todos andamos buscando...esa y no otra es la función que debe cumplir la culpa, ahí es donde la debemos encasillar, en la tarea de 'marcador' de lo que no nos ha aportado felicidad en el pasado; pero como cualquier otro objeto, una vez cumplida su función, la culpa debe ser desechada. No hacerlo impilca no avanzar en el caminio de hacernos la vida más fácil, y no solo eso, sino que además casi con todas seguridad si la culpa se convierte en el centro de nuestras acciones, posiblemente acabaremos complicando la situación más y más.

(continuará...un día de estos...) )